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Causa penal en curso

La justicia pide 18 años por el asesinato de un rapero

GRONINGA - Los acontecimientos que condujeron al tiroteo mortal en Hoogezand que acabó con la vida de Farrel Provence (alias Rapper Rel), de 26 años y residente en Ámsterdam, siguen siendo desconcertantes. También para el fiscal. A pesar de ello, pidió ayer una condena de 18 años de cárcel contra el pistolero Jason B., de 27 años, por asesinato, tres intentos de asesinato y robo con violencia. El fiscal supone que Jason B. robó a una de las víctimas posteriores en Foxhol dos días antes del tiroteo. Esto incluyó el tiroteo. El 9 de noviembre, la víctima de ese robo acudió al domicilio de B. con cuatro amigos, entre ellos Farrel Provence, en busca de reparación. En el pequeño salón del piso, éste se quedó sin manos B. disparó cinco tiros: cuatro personas resultan heridas. Provence muere a consecuencia de la pérdida de sangre esa misma noche en un hospital de Ámsterdam. Se establece que las balas fueron disparadas con la misma arma que también se utilizó para disparar contra Fox den dos días antes. Jason B. también sabía de la llegada de los hombres a su domicilio: media hora antes había sido llamado por uno de ellos. Del hecho de que abriera la puerta de todos modos, la justicia extrae la conclusión de que B., armado en ese momento, buscaba el mismo enfrentamiento. También podría haber salido de la casa, según la justicia.Jason B. tiene una historia muy diferente. Dice que no tuvo nada que ver con aquel robo en Foxhol y afirma que los cuatro hombres con la cara cubierta le asediaron en su casa aquella noche. Irrumpieron e inmediatamente empezaron a dar puñetazos y patadas. En el proceso, una pistola perteneciente a uno de los intrusos cayó al suelo. B. consiguió agarrar el arma de fuego y disparó. Dice: "Me entró el pánico. Fue en defensa propia, no tenía otra opción".

Tras el tiroteo, que duró diez segundos en total, corrió en calzoncillos hasta un conocido a dos calles de distancia. Allí llamó al 112. Sospecha que los hombres querían secuestrarle o acusarle del robo de drogas. Habrían recibido 5.000 euros cada uno como recompensa.Que los asaltantes declaren lo contrario es lógico, según B.: diciendo la verdad, se incriminarían a sí mismos. El tribunal emite su veredicto el 9 de septiembre.

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