MAASTRICHT - Un vecino de Maastricht de 22 años fue condenado la semana pasada a tres años de prisión más tbs con tratamiento obligatorio por intento de homicidio de un niño de un año y medio. La justicia acusó al hombre de poner deliberadamente al pequeño, su hijastro, bajo el chorro de una ducha caliente de entre 75 y 85 grados centígrados el verano pasado.
El niño sufrió quemaduras en el 45% de su cuerpo, pero se recuperará. Según el abogado R.M., P. Szymkowiak, aunque su cliente puso deliberadamente al niño bajo la ducha caliente por pura desesperación, no tenía intención alguna de matarlo. "Simplemente ya no sabía qué hacer. El niño tenía la costumbre de desabrocharse los pañales, mancharse de excrementos e incluso comérselos. Otras medidas no surtieron efecto, así que mi cliente recurrió finalmente a la ducha caliente. Ahora se arrepiente muchísimo". Como el pequeño, hijo de su novia, gritaba antes, M. no se habría dado cuenta de que gritaba de dolor en ese momento.

La investigación sobre cuánto tiempo mantuvo M. el rayo apuntando al niño no reveló nada, dijo Szymkowiak.

Según el abogado, es importante que su cliente reciba tratamiento lo antes posible. Los expertos en comportamiento dictaminaron que M. padece un trastorno de personalidad múltiple. Razón para que el abogado argumente que no tiene sentido encarcelar a M. durante mucho tiempo antes de tratarlo.